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Mi Yerbero, busca contribuir con cada uno de ustedes, para que conozcamos acerca de la cultura de la medicina natural, este espacio pretende facilitar condiciones hacia un aprendizaje nuevo, acercando a los interesados con los conocimientos científicos, tecnológicos y la proximidad con otras culturas, gracias a la globalización, que también nos coloca frente a desafíos temerarios como el COVID-19; ante los que nadie estaba preparado. Mucho menos la población tradicionalmente en desventaja total por falta de recursos económicos para hacer frente a la enfermedad y sus secuelas.

Este desafío que ahora asumimos, no es una novedad, sino una práctica cultural conocida: el mundo de la Naturopatía, que nos brinda la oportunidad de poner a la disposición de quienes lo requieran, sin costo alguno, un conocimiento práctico, que favorece a la vida y acerca a las personas, principalmente las que viven donde no hay doctor, o viven sin doctor, ni farmacia, determinado por la carencia de medios económicos o de un sistema de salud social y solidario.

Porque en las actuales condiciones de la manera como se desenvuelve la humanidad, hay más armas y recursos para el exterminio, que bienes favorables a la vida, que refleja en mayúsculas una conciencia fallida.

Donde no hay doctor, la población recurre a la ayuda de quien puede y sabe ayudar o da tratamientos recurriendo a la tradición cultura venida por tradición, de, curanderos, parteras; y no habiendo más, va a la pulpería y compra pastillas a la suerte.

El Centro Cultural Hibueras CCH y la Red de Desarrollo Sostenible Honduras RDS-HN, desde más de dos décadas, motivados por la cercanía y el compromiso de quienes necesitan, principalmente en el área de la nutrición, la agroecología y la salud comunitaria, con programas afines a la identidad popular, pero sólidamente vinculados al conocimiento científico y al desarrollo tecnológico, ha venido generando un quehacer cultural de arraigo y en favor de la vida.

Al abrir este servicio, con alta responsabilidad estamos valorando lo que la academia hace en diferentes latitudes, al recurrir a la etnobotánica, la herbolaria universal y las investigaciones y aplicaciones de la antropología médica.

Mi Yerbero, cercano a la referencia de la academia médica, ha constituido un equipo de profesionales para desarrollar esta tarea de manera voluntaria de compromiso en tiempos del COVID-19, valorando la cultura naturista y los métodos ancestrales de tratamiento médico popular, para que donde no hay posibilidades de un médico curativo, ni de fármacos industriales, pero que existe una tradición de cuido mediante la ayuda mutua y la colaboración basada en la cura de traumas y de padecimientos diversos, usando plantas y tratamientos venidos de la tradición, se abra un recurso favorable a quienes padecen y buscan soluciones responsables y accesibles.

La Etnobotánica es una ciencia interdisciplinaria entre las ciencias naturales y las sociales, su estudio radica principalmente en cómo los seres humanos usan los recursos vegetales que les rodean para satisfacer sus necesidades materiales y espirituales y una de esas necesidades es el uso de las plantas medicinales

La Etnofarmacología es una suma de técnicas interdisciplinaria, surgida de una práctica de urgencia y solución directa en manos de la gente, ya que abarca las observaciones en campo, así como también la descripción del uso y preparación de los remedios, la determinación botánica del material obtenido, también engloba los estudios fitoquímicos que son muy importantes para aislar los compuestos presentes en las plantas. Y requiere de un protagonismo de agentes culturales, que, con audacia, ayudan a sus vecinos, a sus familiares, así mismos.

Esta práctica ha dado origen a la neuropatía, que tiene los rasgos culturales de todos pueblos del mundo a través de la historia, y ha venido siendo capaz de tratar cualquier trastorno de salud y obtener buenos resultados, y sin duda, también frustraciones, como sucede en cualquier práctica médica. Y, sin embargo, es siempre alternativa de vida, con accesibilidad en estos tiempos fatales del neoliberalismo.

La Naturopatía pretende que el organismo de cada ser humano encuentre, por medios naturales, un modo de autocuración. Mantener la salud juntando el organismo del paciente, a los potenciales orgánicos de las plantas y su riqueza en nutrientes esenciales. Y a la vez las prácticas nutricionales y terapéuticas para aliviar el sufrimiento.

De acuerdo a la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), La medicina tradicional (MT) es la suma de conocimientos, técnicas y prácticas fundamentadas en las teorías, creencias y experiencias propias de diferentes culturas, y que se utilizan para mantener la salud, tanto física como mental.

Para un pequeño sector de la academia que se interesa por este tema, la medicina popular, que recibe también los nombres de medicina tradicional, etnomedicina y folkmedicina, engloba el conjunto de prácticas y creencias relacionadas con la constitución física y psíquica de la persona a lo largo de los distintos estadios de su vida, las múltiples patologías y situaciones anómalas que pueden ocasionarle daño y muerte, así como los remedios que pretenden mantener y restablecer la salud.

Un estudio hecho por la FAO, destaca que en Honduras se aprovechan cerca de 700 plantas medicinales. House et al. (1995) identifican las 250 plantas más comúnmente mencionadas y utilizadas por la medicina tradicional popular. De ésas, el 60 por ciento (157) son silvestres y el 40 por ciento (93) cultivadas. De la totalidad, el 78 por ciento (195) son nativas de Honduras y 22 por ciento (55) corresponden a plantas introducidas. Entre las más populares están las introducidas de Europa, como la manzanilla (Matricaria courrantiana), la hierbabuena (Mentha x piperita) y el romero (Rosmarinus officinalis).

Las plantas medicinales provenientes de los bosques están amenazadas por la destrucción de su hábitat (Los monocultivos, los incendios, la ganadería y la minería) Plantas como el hombre grande (Quassia amara) y la chichimora (Fevillea cordifolia) solamente se encuentran dentro del bosque tropical y cada día son más escasas; la zarzaparrilla (Smilax spp.) ha sido explotada por más de 150 años y hoy día es bastante escasa. Algunas otras plantas muy utilizadas y en peligro son la escalera de mico (Bahuinia guieensis), el taray (Eysenhardtia adenostylis), la cuculmeca (Smilax spinosa) y la sangre de drago (Machaerium cirrhiferum y M. isadelphum).

En ese estudio hecho por la FAO, en uno de los ocho mercados de Tegucigalpa se ha encontrado un total de 93 especies de plantas medicinales que se comercializan entre diciembre y abril.

Por tradición la experiencia va de mano en mano, de vida en vida y ha sido oficio marginal, pero en su mayoría, el único accesible a los pobres. Algunas organizaciones brindan capacitación a grupos campesinos en la preparación de medicamentos para solventar los problemas de salud de las comunidades rurales; estos preparados se hacen en pequeña escala y para uso local.

A nivel nacional, existe una industria de elaboración de productos a base de plantas medicinales, como jarabes, ungüentos y confites. También, en el país hay una empresa que cultiva y procesa calaguala (Polypodium aureum); en 1994 esta empresa exportó a España el equivalente a 110.500 $EE.UU. en extractos.

Igual existen pequeñas iniciativas de procesamiento de la Sábila y otras de plantas en presentación de vinos tónicos, grajeas y capsulas, buscando mercados alternativos. Y a proposito un inventario de plantas medicinales caracterización de pueblos medicinales Lencas de Intibucá, muy poco difundido.

Existe una publicación de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán y la  Dirección de Investigación OPS/OMS – Honduras ” Promoción de la Medicina y Terapias Indígenas en la Atención Primaria de Salud: El Caso de los Garífunas de Honduras”

Uno de los académicos más estudiosos y animador de procesos de participación popular en la Naturopatía, es el ex Rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras Juan Almendares Bonilla, que se ha destacado por sus conferencias en al ámbito nacional e internacional sobre el tema.

Quizá la experiencia más reconocida y de importancia es el servicio social desarrollado por INEHSCO, animado y coordinado por el Sacerdote Fausto Milla, que tiene servicio de tiendas naturistas y clínicas en diferentes puntos del país por su gran aceptación en el servicio social naturista y la salud.

Con mayor crecimiento existe una oferta de elaborados con base a hierbas medicinales procesadas importadas y distribuidas por cadenas de negocios y tienen una considerable demanda porque invierten muchos recursos en publicidad y modelos de negocios piramidales. Lo que les un perfil de estar más orientados a generar nuevas necesidades que les asegure ser negocios de éxito dentro del sistema de mercados globales.

 

Paz y bien, con conciencia de vida.                              

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