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La Helicobácter pylori es una bacteria de forma helicoidal (en forma de hélice) que se fija en las mucosas, la capa que protege los tejidos del estómago y el duodeno (parte del intestino delgado que sigue al estómago).

Produce una toxina causante de inflamación que daña las células epiteliales. Las células epiteliales son un tipo de células que recubren las superficies del cuerpo. Están en la piel, los vasos sanguíneos, el tracto urinario y los órganos

Como consecuencia, se puede formar una úlcera en el sistema digestivo: úlceras de duodeno (las que aparecen en el intestino delgado) y las úlceras en el estómago

Presente en la saliva, las heces y la placa dental, puede producirse entre personas por contacto directo con la saliva, el vómito o la materia fecal, especialmente, cuando la persona portadora no se lava bien las manos tras cada deposición

¿Cómo detectarla?

Se detecta por medio de las siguientes pruebas:

  1. Análisis de anticuerpos en la sangre. El análisis de sangre verifica si su cuerpo ha producido anticuerpos contra la bacteria. Normalmente el cuerpo la produce para combatirla.
  2. Prueba del aliento con urea. La prueba de aliento con urea comprueba si tiene la bacteria. El diagnóstico es inmediato ya que los resultados se pueden leer en la máquina a los 2 minutos de poner en lectura las bolsas que contienen el aire espirado.
  3. Prueba de antígenos en heces. La detección de antígeno en heces es una prueba no invasiva, fácil y rápida para el diagnóstico y confirmación de enfermedad.
  4. Biopsia de estómago. Dura de 15 a 30 minutos. Es invasiva. Una biopsia y cultivo de tejido gástrico pueden ayudar a detectar: Cáncer. Infecciones, como consecuencia de la Helicobácter pylori.

¿Cómo nos altera la buena salud?

Cuando la bacteria helicobácter pylori infecta el estómago, causa:

  • Enfermedad de úlcera péptica.
  • Inflamación crónica.
  • Úlceras gástricas y en la parte superior del intestino.
  • Cáncer estomacal.
  • Linfoma del tejido linfoide asociado a la mucosa gástrica

Además, daña la mucosa protectora del estómago y del intestino delgado. A causa de esto, el ácido estomacal puede producir una llaga abierta (úlcera). Alrededor del 10 % de las personas con helicobácter pylori desarrollará una úlcera

¿Qué deberemos hacer para combatirla?

Lo primero, es cambiar los hábitos alimenticios.

  • Tomar agua suficiente y asegurarnos de que el agua que tomamos es verdaderamente potable, pura y sin contenido de metales pesados.
  • Pasar las frutas y verduras por agua ozonizada o hervida. Se pueden tomar prácticamente todas las frutas y verduras.
  • Consumir carnes blancas como el pollo, el pavo o el conejo. Cocinados preferentemente al horno o al vapor
  • Pescado blanco. Es la proteína más digestiva que podemos comer.
  • Evita alimentos muy flatulentos como, por ejemplo, la coliflor, el repollo, las coles de Bruselas o las alcachofas. Evita los cítricos y todo alimento que pueda ser ácido como la naranja o el tomate. No tomes bebidas con gas, alcohol o café. Mantén unos buenos métodos de cocinado, y elimina los fritos y los rebozados.

¿Cuánto tiempo?

Normalmente la recuperación de la mucosa tras la erradicación de Helicobácter se suele llevar a cabo en los 4-6 meses siguientes a su erradicación, de forma progresiva, si bien no siempre la recuperación es completa y puede quedar un cierto componente atrófico que no se recupera.

Por eso los cambios alimenticios hay que conservarlos por mucho tiempo más.

¿Cómo combatirla de manera natural?

Esto es si no quieres pasar por la bomba antibiótica que te mandan los médicos.

Deberás ser una persona muy disciplinada y consciente de que te quieres sanar.

Pasos:

  • Antes desayunar te tomas un vaso de agua, acompañada con un diente de ajo bien picadito y una cucharadita de miel de abeja Melipona, que es un poco ácida. Es una miel más rala y blanca. Miel de corcho. O bien miel de liquidámbar.
  • A tus alimentos debes de agregar estos siguientes productos: Propóleo, cúrcuma, jengibre y orégano. Deben de ser condimentos abundantes en tus alimentos.
  • Repollo o col blanca. Y Brócoli crudos apenas pasados por agua caliente.

Pon Atención:

1.- -El orégano contiene dos principios activos, el carvacrol y timol, que le confieren propiedades antibacterianas, antivíricas y antifúngicas. Considerado como un antibiótico natural, el aceite de orégano se puede tomar en perlas o en gotas en casos de H. pylori, y también es un tratamiento natural para la candidiasis.

Una de las ventajas de utilizar aceite de orégano, es que no afecta de manera negativa a la flora intestinal, ni promueve la resistencia a los antibióticos. Cuando se utilizan aceites vegetales, ya sea de manera interna o externa, es importante leerse la etiqueta del producto para asegurar que son productos de calidad, extraídos en frío y no procesados

 2.- El ajo es considerado tradicionalmente como un “antibiótico natural”, además de que tiene propiedades antiinflamatorias, y beneficios para el sistema cardiovascular.

Por eso, un estudio de 2016 (17) se centró en evaluar su capacidad para combatir la H. pylori, con resultados positivos, ya que los pacientes que consumieron dos dientes de ajo al día, en la comida y cena, vieron una considerable reducción de la H. pylori.

Estas conclusiones indican que el ajo tiene efectos antibacterianos que ayudan a matar la bacteria Helicobácter Pylori presente en el estómago. Además, si tenemos en cuenta que la resistencia a los antibióticos es uno de los principales desafíos en la terapia convencional contra esta bacteria, la búsqueda de nuevos tratamientos naturales, sin efectos secundarios y accesibles a todo el mundo, son siempre buenas noticias.

El Ajo Negro, que ha sido sometido a un proceso de fermentación completamente natural. Esto hace que tenga un sabor dulce y agradable, y además aumenta las propiedades antioxidantes del ajo blanco.

3.- El propóleo, no puede faltar en nuestra lista. Esta resina es producida por las abejas, que la usan para proteger sus celdas de bacterias y hongos. Contiene cerca de 300 sustancias bioactivas naturales, entre las que se incluyen aminoácidos, polifenoles y cumarinas.

Con una importante función inmunoestimulante, se utiliza sobre todo para ayudar a nuestras defensas. Además, sus indicaciones antivíricas, antifúngicas y antibacterianas, han situado al propóleo como una importante alternativa natural en el tratamiento de la H. pylori. Así, varios estudios muestran cómo el extracto de propóleo, inhibe el crecimiento de la H. Pylori, gracias a su contenido en compuestos fenólicos

4.- La raíz de jengibre se usa tradicionalmente para ayudar en trastornos gastrointestinales, desde inflamación del estómago, úlceras pépticas y dispepsia (20). De hecho, es uno de los remedios naturales más usados cuando por ejemplo se sienten náuseas o mareos.

Un estudio descubrió que el extracto líquido de jengibre protege la mucosa gástrica de las lesiones inducidas por el estrés, y su componente en fenoles inhibe el crecimiento de la H. pylori. El jengibre produce acción antioxidante que protege de los daños gástricos originados por el estrés oxidativo.

El jengibre se puede encontrar de muchas maneras. En El Búho Verde nos gusta en infusión, ya que aporta un efecto calmante y reconfortante desde el interior, que es muy agradable sobre todo en los meses más fríos.

5.- La cúrcuma. Alivia el malestar estomacal. La cúrcuma es un remedio natural muy efectivo para el malestar estomacal. …Trata trastornos hepáticos. …Ayuda a tratar el cáncer. …Es un potente antiinflamatorio. Protege de las enfermedades cardiovasculares. .. Funciona como un antidepresivo natural.

La cúrcuma se puede tomar tanto fresca como seca en polvo. Y una de las posibilidades es comerla directamente diluyendo media cucharadita de cúrcuma en polvo en un vaso con agua templada o zumo de fruta. Sin embargo, se considera que resulta mucho más eficaz añadirla a las comidas

De preferencia es mejor tomarla fresca, rayada, pero si no la puedes encontrar así, puedes tomar cápsulas. El tratamiento recomendado es de 2 cápsulas de curcumina al día durante las dos primeras semanas y 1 cápsula al día los siguientes días. En fases agudas: es posible tomar 3 cápsulas al día durante 2 o 3 semanas. Para procesos crónicos: se pueden tomar 2 cápsulas al día durante 3-6 meses.

Comentario

La Helicobácter pylori es una bacteria muy común en todo el mundo, aunque muchas personas ni siquiera saben que la tienen. Además, cuando sus síntomas sí aparecen, es fácil confundir estas señales con las de cualquier otro trastorno digestivo. Por eso, cuando se sospecha que se puede estar infectado, lo primero es realizarse las pruebas necesarias, para así poder elegir el tratamiento más conveniente

Recomendación

Antes del tratamiento visite una nutricionista, es importante, para verificar su estado nutricional.

Cada uno de los complementos deben ser personalizadas en función de parámetros como el estado nutricional de base, las carencias nutricionales personales, las enfermedades o síntomas de cada individuo, su edad, sexo y situación fisiológica, entre otros.

Respeta siempre las dosis marcadas en el envase del producto, salvo indicación específica del profesional de la salud.

Paz y bien, con conciencia de vida.                              

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