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Jengibre

El jengibre contiene magnesio y zinc, cuenta con propiedades expectorantes, antitusivas, antiinflamatorias e incluso antiinfecciosas, posee propiedades antivirales y es de utilidad para dolencias del aparato respiratorio, como infecciones, bronquitis, tos, gripe.

Posee propiedades antiinflamatorias y analgésicas, por lo que es perfecto contra la artritis. Reduce los problemas de piedras o cálculos de riñón.

Sus propiedades mejoran la digestión haciendo que sea un buen aliado contra el estómago revuelto y con náuseas.

Estimula la circulación sanguínea, ayudando a prevenir problemas cardiacos. Pese a sus grandes bondades, no pueden abusar de él las personas diabéticas o personas con afecciones cardíacas, hepáticas, mujeres durante el período de embarazo y de lactancia. En el caso de los diabéticos e hipertensos deben de sustituir el jengibre por cúrcuma. Y las mujeres en estado de embarazo, simplemente no usarlo. O sustituirla por hojas de guanabana o de mango, sin abusar en las cantidades. Las frutas de mango y la guanabana son grandes aliados durante el embarazo y la lactancia.

 

Ajo

Es mucho más que un condimento, sus propiedades nutritivas (28 gramos contienen 42 calorías, y mucha vitamina C, vitamina B6 y manganeso) y beneficios para la salud (compuestos sulfúricos y sus múltiples fitonutrientes) Su consumo habitual puede ayudar a hacer mejor la digestión, a absorber mejor los nutrientes de los alimentos, y también optimiza las funciones del páncreas y del hígado.

Fortalece el músculo del miocardio, protege tus arterias, corrige la hipertensión, reduce el colesterol, evita coágulos de sangre, previene el cáncer, ataca las infecciones. Y hace de tu corazón un órgano potente.

 

Limón

Potente antibacteriano y para la pérdida de peso gracias a sus propiedades digestivas. Los limones contienen ácido cítrico, calcio, magnesio, vitamina C, bioflavonas, pectina y limoneno (una sustancia que ayuda al sistema inmunológico y combate las infecciones).

Es antiviral. Es un potente antibiótico, incrementa las defensas de nuestro cuerpo y a combatir diversas enfermedades, especialmente si se trata de enfermedades respiratorias, desde gripe, amigdalitis y catarro, hasta pulmonía.

Es beneficioso por sus aceites esenciales como la pectina, el ácido málico o el cítrico. Reduce la tos seca, acaba con las flemas y baja la sequedad de la garganta, además de abrir los pulmones.

 

Miel de abeja

Endulza como solo ella, es hidratante, antibacteriano, rica en antioxidantes, contiene proteínas, favorece la digestión, alivia de heridas y quemaduras, la tos y el dolor de garganta.

Sus contenidos son: azúcares, como glucosa y fructosa, y de minerales, como magnesio, potasio, calcio, cloro azufre, hierro y fosfato. Contiene vitamina B1, B2, C, B5 y B3. Todas las mieles son distintas según la calidad del néctar y el polen. Además, también contiene en pequeñas cantidades cobre, yodo y zinc.

 

 

¿Te los imaginas juntos?

Pues bien, así debes usarlos haciendo las siguientes recetas:

 

1.Rayamos dos gramos de jengibre en un tazón, le agregamos la rayadura de un limón y le exprimimos el jugo de tres limones, le agregan dos cucharadas soperas de miel y dos dientes de ajo picados en el momento. Debe hacerse al final, para que el ajo no pierda propiedades. Se mezcla bien. Se pone en un pomo con tapadera y se coloca en el refrigerador. Se toma una cucharadita cuatro veces al día.

 

2.Rayas una libra de jengibre y luego con la ayuda de una manta, exprimes su jugo en un tazón. Guardas la pulpa bien refrigerada (Te servirá para condimentos o para infusiones con cúrcuma, por ejemplo). No la tires. Continúas rayando la cáscara de cinco limones, los colocas en un plato, luego exprimes por aparte el jugo de los cinco limones. Pelas una cabeza de dientes ajo. Prepara la licuadora y le depositas el jugo de limón, una parte de jugo de jengibre, los ajos pelados, una taza de miel y la rayadura de los limones. Y licúas bien. Luego agregas al jugo de jengibre que quedó el tazón, esa mezcla licuada y la pones hervir. La bajas al primer hervor. La dejas reposar. Después la envasas en botes esterilizados ¡Y listo! Tienes una emulsión que puedes tomar de manera directa o combinar con licuados e infusiones.

 

Paz y bien, con conciencia de vida.                              

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