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La horticultura es esencial y muy importante para el desarrollo de la vida humana debido a que es uno de los principales aportes de alimentos y bienes primarios a partir de los cuales se pueden generar otras combinaciones de alimentos

La horticultura es la técnica del cultivo de plantas que se desarrollan en huertos. El huerto es un cultivo y una cultura. Implica conocimientos, intercambios y desarrollo de la alimentación.

La horticultura es esencial y muy importante para el desarrollo de la vida humana debido a que es uno de los principales aportes de alimentos y bienes primarios a partir de los cuales se pueden generar otras combinaciones de alimentos y de relaciones personales.

Así sea sencilla, en botes colgados o colocados en ventanas o terrazas, en techos, etc. No solo provee alimentación, sino que ha transformado la arquitectura y el paisajismo rural y urbano. No importa que su huerto sea un par de maceteras más en el vecindario.

Es una instalación agronómica que ha llevado a convertirse en una instalación arquitectónica y demás un desafío en innovación permanente. Su espacio tiene el vigor de una asociación entre la persona y  las plantas que se cultivan, germinan y maduran, y a la vez constituyen la promesa de un resultado pero que ya en su proceso de desarrollo, traen alivio emocional y relax, aun al simple observador que las contemple.

Los cultivos “hortícolas” se distinguen de los “agronómicos” por ser manejados más intensivamente, sembrados generalmente en áreas de menor escala, y por tener un valor mayor por unidad de área sembrada.

Tiene varias vertientes: Floricultura, Oleicultura, Fruticultura, Horticultura de especies aromáticas y medicinales. Y distinciones milenarias como las prácticas artísticas sugestivas. Por ejemplo, el bonsái.

Su valor curativo es no solamente porque es una terapia ocupacional, o una distracción, además es ecología ocupacional pues modifica el medio y mejora los ambientes de sanación al convertirse en un oasis verde y una esperanza productiva que transforma la emocionalidad, proyecta un resultado de éxito y establece desafíos para su logro.

El trabajo con plantas lleva el fin orientado a una utilidad de la búsqueda del ser humano como parte de lo natural y la solución de una necesidad, sea, alimentarse, curarse o embellecer su medio. O por el simple gusto de hacerlo, porque le apetece. Y lo terapéutico de ello es que lleva a la persona a que se desempeñe dentro de un ambiente abierto y que se vincule con otro ser vivo en un contexto que entrega diversos estímulos sensoriales naturales.

La horticultura provee, además de la magia de las plantas, su oxígeno, texturas, colores, olores, sonidos e incluso sabores, sino que exige, pensar, aspirar, respirar a fondo, en tanto requiere flexibilidad para asumir diversos roles, planificar y desplegar habilidades motoras. Es además una experiencia creativa, que otorga resultados visibles y compartibles.

Se comparte, en la horticultura hay diversas cadenas que nos llevan a compartir, en el mundo natural y en el social, desde el intercambio de frutos y semillas, hasta la presencia de polinizadores y nematos. Es un universo en un micro mundo.

Su riqueza terapéutica es también porque es proveedor, de aromas, sabores y productos para el platillo, la tizana o la floristería y el embellecimiento del hogar. Además, provee de argumentos y conocimientos para la vida social. Tenemos de que hablar y conocimientos que compartir. La Asociación Americana de Terapia Hortícola (s.f., citado en Negritto, Núñez & Sánchez, 2010) destaca que lo primordial dentro de estas terapias está dada por las características de las mismas plantas, pues crecen, cambian, y responden a cuidados y “con ello estimulan una participación sin juicios que alimenta sentimientos de esperanza” (Negritto, Núñez, & Sánchez, 2010, pág.1).

Las plantas, de aparente neutralidad social, nos permiten caprichos y la posibilidad de romper con nuestros egoísmos ocultos por allí, que, sin saberlo, nos atrofian la salud y que al superarnos nos liberan dándonos mayor y mejor estadía de vida.

Los invito a que cultiven en casa, que adornen la ventana, la cocina y permitan que la luz solar se refleje en sus hogares a través de estos prismas maravillosos, como son la plantas, suculentas, aromáticas y coquetas.

Paz y bien, con conciencia de vida.

Yerbero.hn